Ramón González García, galardonado con la medalla de Andalucía en 2017, es un almeriense con devoción por su tierra. Un andaluz que ha soñado con las estrellas y ha llegado a ellas. Desde una azotea de Viator (Almería), Ramón y su madre tenían devoción por conocer los mundos que se mueven detrás de los planetas. Una curiosidad insaciable de un niño que lo lleva a trabajar y compartir proyectos con premios noveles de física en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, Cambridge, EEUU), dónde muy pocos han llegado.

No ha sido un camino fácil, hijo de un ganadero y una ama de casa, tuvo que compartir horas de estudio con trabajos manuales en la empresa familiar. Ramón era conocido por todo el pueblo con simpatía, por acompañar a su padre a repartir leche de vaca por las casas. Una vida humilde y llena de sacrificio que Ramón cuenta con orgullo, porque fue ahí donde aprendió la primera lección de vida: “La vida no es fácil, no es fácil para nadie y hay que confiar en uno mismo”.

Fue uno de los mejores alumnos de la Universidad de Almería dónde se licenció en Ingeniera Informática. Gracias a las becas públicas se doctoró en Robótica en esta misma universidad con la calificación de sobresaliente Cum Laude, aparejado con la mención internacional. Realizó una instancia de investigación en la universidad donde Albert Einstein, uno de sus ídolos, se graduó de física, el Instituto Tecnológico de Suiza (ETH).  Sus aportaciones al mundo de los robots móviles le llevaron a participar de la expedición Curiosity, una misión espacial al planeta rojo, que incluye un astro móvil de exploración marciana dirigida por la NASA.

Pero la decisión más difícil la tuvo que tomar cuando estaba en la cumbre de su carrera, cuando nuestro protagonista recordó qué fue lo que le hizo llegar hasta allí: su amor por su tierra. Ramón decide, entonces, volver a Almería a montar su empresa y que su tierra esté en primera fila en este cambio tecnológico que impulsa la inteligencia artificial y la robótica.

Como lo describen los niños del Hospital Universitario Torrecárdenas, lugar al que Ramón le gusta frecuentar para difundir sus investigaciones, Ramón es el astronauta andaluz. Una historia de superación, motivación y entusiasmo que nos sirve de referencia para hacer de Andalucía un sitio mejor, un sitio pionero en tecnología dónde la gente bien preparada no tenga que emigrar.