A través de este documental, el bailaor Rafael Amargo nos habla de su memoria infantil en la vega de Granada, de su familia cargada de abuelos poderosos y de la sombra de Federico García Lorca sobre su actitud vital y su aventura artística. Desde las zambras del Sacromonte de Granada donde le bautizó Curro Albaicín, a las nieves neoyorquinas donde conoció la escuela de Gloria Graham, en este episodio de Hijos de Andalucía,
Amargo también desglosa sus convicciones religiosas, sus opiniones políticas y el fuerte componente sexual de su personalidad y de su danza.
Un paseo por sus espectáculos, desde «La garra y el ángel» a «Dionisio», nos permite vislumbrar su fidelidad a las raíces flamencas pero su viaje hacia otros territorios de la fusión y la danza.