Nacida en Francfort (1970), Eva Garrido García creció en el pueblo granadino de Ojígares junto a sus abuelos maternos y la tía Encarna, hermana de su madre, que siempre vio en ella
cualidades artísticas. Muy pronto, dio muestras de unas cualidades que la convirtieron precozmente en artista. Ya había adoptado un modelo de baile marcado por las influencias de
Concha Vargas, Manuela Carrasco y, un poco después, Carmen Amaya .La adolescente bailaora llamaba la atención y al pequeño estudio que su padre, le había construido, llegaron un día el
cantaor Paco Moyano y la guionista Lola Maiztegui, que la prohijaron vital y artísticamente durante unos años y marcaron en gran parte su trayectoria. Participaría en tres espectáculos
de esta compañía, antes de emprender su carrera en solitario, aprovechando siempre cualquier oportunidad para formarse en danza y coreografía.
En los años noventa, Eva, ya conocida como Yerbabuena, fue reclamada para multitud de proyectos y siguió llamando la atención. El director de cine británico Mike Figgis, la incluyó en
su documental Flamenco women 1997 y en 2001 en su película Hotel. Por esos años, también conoce a la bailarina y coreógrafa alemana de danza contemporánea Pina Baush, que ejercería
una gran influencia en su carrera y con la que colaboraría y mantendría amistad hasta la desaparición de esta. En 1998, fundó, junto a su marido, el guitarrista y compositor Paco
Jarana, compañía propia, estrenando en la Bienal de Sevilla de aquel año su primer
espectáculo, Eva. Acumula desde entonces una carrera imparable que la ha llevado a presentar dieciséis obras más, obteniendo un sinfín de reconocimientos y galardones: Premio
Nacional de Danza, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, Medalla de Andalucía… Sus compañeros de la escena la han premiado con diez Max de las artes escénicas, y sus obras han
obtenido Giraldillos de la Bienal de Sevilla y Premios del Festival de Jerez, entre otros. El gran reconocimiento internacional del que goza la ha paseado por medio mundo, obteniendo
destacadas críticas en la prensa internacional