Concha Caballero fue la primera mujer portavoz de un grupo político en el Parlamento de Andalucía, en el que fue diputada por Izquierda Unida durante catorce años. Entre 2004 y 2006 hizo un gran trabajo en la reforma del Estatuto de Andalucía y como portavoz de todo el Parlamento andaluz defendió su aprobación en Madrid ante los plenos del Congreso de los Diputados y el Senado. Recibió a título póstumo la Medalla de Andalucía el 28 de febrero de 2015, pocas semanas después de su fallecimiento.
Su compañero, Antonio Luis Girón, asegura en este capítulo que Concha Caballero siempre fue una mujer valiente, comprometida con los valores de la izquierda, el feminismo y una visión de Andalucía alejada de los tópicos. Intervienen también en este capítulo Rosa Caballero, hermana de Concha; Manuel G. Arregui, coordinador provincial de Izquierda Unida en Sevilla; Rosa Aguilar, amiga personal de Concha, hoy consejera de Cultura de la Junta de Andalucía; Antonio Avendaño, periodista; Manuel Vivas, jefe de estudios del instituto de Coria donde Concha Caballero trabajaba tras su abandono de la actividad política profesional; y Curro Caro y Marina Lamas, dos de sus alumnos en este instituto. Todos ellos dibujan el perfil político y humano de una mujer siempre sonriente, fuerte en sus convicciones pero amable y conciliadora en las formas.